Una Transformación
En la vida cotidiana, soy un hombre corriente, otra parte de la multitud sin rostro que fluye por las calles, con mis propios bichos, miedos, problemas y malos hábitos... Sin embargo, una vez que tomo una cámara, me transformo en una manera que a mí mismo me resulta difícil de comprender y explicar. De hecho, la sesión de fotos me convierte en una persona totalmente diferente.
Todos los pensamientos, emociones, sentimientos y demás recursos están encaminados a crear una toma perfecta, liberando en mí un verdadero perfeccionista. Los problemas rutinarios y los pensamientos extraños dejan de existir para mí. Me meto tanto en el rodaje que no veo nada alrededor... Es sólo fotografía que está aquí y ahora. Me parece que miro el objeto filmado a través de la lente de una cámara y noto los detalles más pequeños... En esos momentos, creo que el tiempo se detiene...
A menudo me siento vacío después de la sesión de fotos, como si me hubiera entregado por completo a este proceso. Mi condición física se puede comparar con una sesión de gimnasio: totalmente agotado. A este sentimiento lo llamo "un cansancio agradable". Es como un pequeño pago por la belleza que creo en esta condición.
El plano final y la cámara apagada... Todo vuelve a ser igual...