Punto de Inflexion
Hace tiempo escuché una frase muy buena: “Hay que crearse a sí mismo, no buscarse a sí mismo”. Cuando ya era maduro y me aficioné a la fotografía, a la edad de 34 años, no podía fotografiar nada. Por supuesto, mis primeros trabajos parecían primitivos, baratos y lejos de ser interesantes. Pero incluso entonces me di cuenta de que no sólo quería fotografiar, sino hacerlo mejor que nadie que conociera. Lograr este objetivo implicó mucho aprendizaje: estudié los mejores trabajos fotográficos de fotógrafos populares, asistí a varios talleres y vi cientos de tutoriales. Y, por supuesto, seguí fotografiando una y otra vez.
Poco a poco fui acumulando y ampliando mis conocimientos. Estaba sobrecargado de teoría, pero mis fotografías aún no eran mucho mejores que cuando recién comencé. No logré poner en práctica los conocimientos adquiridos. A veces me preocupaba mucho durante las sesiones de fotos, cometía muchos errores y no podía implementar técnicamente mis ideas.
Luego, durante la sesión de fotos “Сontemplación” , experimenté algo crucial. Mis ojos como si se abrieran. Vi, me di cuenta, sentí cómo tomar esta foto: disposición de la foto, posición del modelo, ángulo, luz, dinámica, estado de ánimo. Parecía haber desarrollado el sexto sentido, del cual no tenía idea.
Terminé esta sesión de fotos. Luego retoqué ligeramente las fotos y las subí a varios recursos fotográficos. Al día siguiente, inicié sesión en estos sitios web y vi que TODOS estos recursos habían calificado a la “Niña con una maleta” como la foto del día.
Mientras leía cientos de comentarios positivos, sonreía y las lágrimas corrían por mis mejillas. Me di cuenta de que me había creado a mí mismo como fotógrafo. “¡Finalmente lo logré!”, pensé. El conocimiento que había acumulado encontró su aplicación y valió la pena. Ese mismo día fui plenamente consciente de que esa foto era el comienzo de mi viaje como fotógrafo.